Show de Bootleg Beatles en Chile: Rotundo Éxito

Un Teatro Caupolicán colmado de fanáticos de Los Beatles recibió cálidamente a la banda tributo a los Fab Four más importante del mundo, "Bootleg Beatles".

Antes de que los acordes de 'I Feel Fine' comenzaran a sonar (canción que dio inicio al show), el griterío que había en el recinto hacía rememorar lo que fue la "Beatlemanía" de comienzos de los '60 de manera perfecta.

Aparecieron los chascones de Bootleg Beatles, haciendo tributo a la primera época de Los Beatles, la época "yeah yeah yeah". Luego fueron a backstage y salieron con perfectos atuendos de Magical Mystery Tour, para después salir vestidos tal como Los Beatles en la portada de Abbey Road.

Fue un perfecto show cronológico que integró, en cada época de la banda inglesa, los éxitos más conocidos y populares. Fue un espectáculo para un público masivo y que tenía conocimiento, precisamente, de este tipo de canciones.

Los que apreciamos la música de Los Beatles por sus canciones "menos reconocidas" popularmente, quizás nos quedamos con algún gusto a poco, esperándo temazos como I'm only sleeping, Eleanor Rigby, I'm the walrus, en fin...

Se escucharon canciones como “All my loving”, “I want to hold your hand”, “She loves you”, “Can´t buy me love”, “Help”, “Taxman”, “Day tripper”, “Yesterday”, “Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band”, “With a litle help with my friends”, “While my guitar gently weeps” y “Come together”.

La banda se complementó de manera perfecta y, al igual que Los Beatles, cada integrante fue fundamental para armar el climax al que se llegó en el show.

Un "Ringo" Starr que manejaba a la perfección las baterías de las canciones, pero que cantando dejó mucho que desear...

Un "George" que llevaba los hilos de la comunicación entre la banda y el público, a diferencia del verdadero Harrison, que era mucho más reservado. ¿La voz? Impecable, ¿La guitarra? algo a destiempo y los solos un poco forzados.

Un "Paul" que desde lejos se veía, físicamente, exactamente igual a McCartney. Quizás si hubiese sido surdo igual que el real Paul habría sido perfecto. Excelente voz, pero debió tocar piano en canciones como Let it be.

Un "John" igual de irreverente que Lennon. Con una voz casi exacta al Beatle real, y con un espíritu inigualable para interpretar temas como Imagine, coreado con emoción por la totalidad del recinto.

Si hay que calificar el show, en una escala de 1 a 7, le pongo una nota 6,3. Fue más de lo que esperaba. Sólo mejorándo detalles podría haber sido un espectáculo perfecto.

Algunas fotos, tomadas por Valentina Artigas: